lunes, 2 de agosto de 2010

Año II Etapa 4ª (Por Nini Romero)


Día 1 de agosto de 2010
Es nuestra penúltima etapa, mañana llegaremos a Santiago, y como tenía que ser, hemos tenido  un día de frio, todos estábamos confiados en que iba a amanecer con calor pues los otros días nos quemamos un poquito la piel, pero todos tuvimos que ponernos nuestros térmicos. A las nueve salíamos del hotel Jacobeo en Belorado, y fuimos por carretera, con bastante  frio,  pero se podía soportar gracia a los canticos militares de don  Isidro Luis  y don Juan José,  a los 20 kilómetros empezamos a subir el puerto de la Pedraja, en el que se hizo duro de subir y  nuestras equipaciones empezaron a oler a amoniaco.
En lo más alto del puerto a Pedro de Jorge le entro el apretón y yiyo fue detrás suya para desempeñar el papel  de paparazi furtivo, al final, no fue capaz de coger la instantánea, pero allí se quedo la marca de Pedro. Empezamos a descender el puerto y el cielo se va despejando  pero todavía nos da una ligera brisa mañanera, cogimos un desvío a san Juan y llegamos todos juntos a ese pequeño pueblo, en el que visitamos una iglesia. Nos fuimos a tomar un café en ese mismo pueblo, y un camarero muy sieso nos dijo que el camino tenia  buen firme,  el grupo se separo, unos por carreta y otros por montaña,  la verdad es que el  camino  estaba muy bien protegido por la guardia civil. Más adelante, en Atapuerca, donde las mujeres y Pedro Pino, en vez de estar preparándonos unos bocatas de jamón (veo que el jamón  vuelve para casa) se fueron a hacer turismo, en Atapuerca nos encontramos una joven neandertal y nos estuvimos haciendo unas fotos. Ahí empezó un camino que para Juan José  era un camino de cabras, pero en fin ahí soltaron al ingeniero, a los pocos minutos nos llamaron el grupo de cabeza, formado por Andrés y Segura haciéndonos saber que ya habían llegado y teníamos sitio para comer, fue un sitio muy bien elegido el de la comida, 10 minutos antes de terminar de comer, los Romero aprovecharon y se fueron a echar una cabezada al coche pues había que reponer fuerzas para el viaje a Melide,ya en nuestro destino y con el  equipaje en el hotel nos fuimos a cenar a una pulpería, en la que el ribeiro y el orujo les hizo olvidar el cansancio del camino, al final la botella de orujo también se vuelve para casa, la sobremesa de la cena no sé cómo fue, pues tuve que venir a escribir la crónica y a dormir para reponer fuerzas para el día siguiente, pues es la última etapa y la más esperada, la llegada a Santiago. Acabo pidiendo a Santiago un buen camino para todos.
Antonio Romero Mancha.
En San Juan de Ortega

1 comentario:

  1. Lo mejor de la marcha sin duda son las recuperaciones curinarias que haceis!!!! Esperamos que tengais buena llegada a Santiago. Gemma "Paz" y Diego.

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